Un 25 de mayo sucedido

El cuerpo encarcelado no tiene más libertad
que los cuatro metros de soga silente atada al pulgar.

El sistema patológico
"protege" la piel del peligro de la autonomía.

Mi cuerpo-a, no resistió,
la soga lo torturó hasta caer
en manos de la medicina alópata-venenosa.

El estómago acumuló la toxicidad
que el complejo emocional no supo desechar.

Lloré completa,
no sólo por la tortura concentrada en el interior del ombligo.

Lloré completa.
La cuerpa-o dolía.
El aparato emocional dolía.
Yo me dolía.

Me sentí derrotada por el monstruo.

La piel reclamó
mi falta de lucha.
Los músculos se miraron con súplica.
La sangre no dijo más,
era insuficiente para gritar.

25 de mayo de un año sucedido
12 horas dolorosas
aviso de la decadencia
de un cuerpo maltratado
4 horas después
anuncio de una cuerpa en resistencia
que dibuja un nuevo mapa
en reconciliación con la natura y
la digna rabia.

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